Residencia en espacio «No Lugar». Quito. Ecuador.
ROCE IMAGINARIO
El proceso de creación y producción, deviene de una observación y al mismo tiempo de una conexión entre subjetividades que se encuentran geográficamente distantes, pero que a la vez podrían compartir un territorio común.
Es decir, visualizar conexiones en torno a las implicancias simbólicas y políticas que establecen algunas imágenes y sobre todo los discursos hegemónicos y subjetivos que se puedan desprender de estas relaciones, a partir de la conversación, de imágenes.
El proceso consistió en traer imágenes desde el centro sur de Chile, que son en su mayoría de fotógrafos extranjeros y anónimos que a mediados y fines del siglo XIX estuvieron por la Araucanía y de otras anónimas que encontré en archivos digitalizados de los años 20 o 30 del S.XX. Estas corresponden a las más antiguas que se pueden encontrar. De esta forma activo un dispositivo de búsqueda un poco forzada y también a la deriva de la imagen más antigua en Quito, a través de entrevistas con personas que trabajan con imágenes en algunos oficios muy particulares.
Como en este caso el haber sido Quito la primera ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1978. Plantea un desafío en cuanto propone una línea de preguntas que cruzan con esas percepciones o ideas que se adjuntan a esa tal nominación.
La idea de buscar la imagen más antigua también se corresponde con que en la Araucanía no tenemos imágenes antiguas, desde el punto de vista de su fabricación, lo que plantea otra relación con las imágenes. A no ser por la fotografía.
Pero también hay un fondo más profundo y es el que se establece a partir de conexiones con un campo de subjetivación que permea las distancias. Ya que así como esas imágenes que marcan lo que no existe ahora en Chile, debido al proceso neoliberal del capitalismo, en Quito emerge, una línea similar, pero desde la imagen que provee el capitalismo del turismo cultural. Así, este proyecto, busca levantar o visibilizar líneas, que a pesar de distancias geográficas o regímenes políticos, están presentes en distintos niveles de producción de subjetividades, en una zona desterritorializada de las diásporas de las identidades.
Residuos imaginarios presentes en gran parte de Sudamérica. Trozos performativos que también puedan desencadenar otras líneas de subjetividades y resistencias excéntricas.
Por lo tanto, básicamente es trabajar mediante una metodología flexible similar a una cartografía experimental y contextual, pero dispersa y abierta en sus conexiones geográficas (más allá de Quito). En una deriva por un espacio simbólico acotado (Patrimonio de la Humanidad),esta cartografía es producción cercana a una constelación de referentes que se aproximan entre ellos.
Esta aproximación será a través del video, las entrevistas y la relación de imágenes y algunos objetos encontrados y adquiridos en el centro histórico de Quito. Una constelación breve, que a la vez se abre a un diagrama de este contexto de la diáspora económica que determina una economía cultural en base al uso de la imagen en la sobrerrepresentación y que a la vez, nos cuestiona al mismo tiempo con que imágenes nos validamos o circulamos. El proyecto Roce Imaginario culminará con un Video Experimental y documental que se editará y postproducirá en Chile.
Sobre el Montaje de parte del Proceso.
Se plantea cuatro imágenes y diversos objetos relacionados entre sí más la proyección en Loop de un video registro en la Mitad del Mundo.
Para esta muestra se ha elegido cuatro fotografías de las que se trajeron desde Chile, ampliadas e intervenidas por un Iluminador de imágenes, Marco Bozzano, quien aún practica el oficio y arte de iluminar fotografías a través del óleo en Quito. Marco Bozzano y otros personajes más, participan en una serie de entrevistas con estas imágenes dentro del proceso de Roce Imaginario.
Estas mismas cuatro imágenes corresponden tanto a registros anónimos del paisaje de la Araucanía, como a dos personajes de ella, un cacique y un flechero araucano. Las cuatro fotografías, sabemos que son de la Araucanía, pero también podrían ser de cualquier otro lugar.
Las fotografías o imágenes se han unido y relacionado con distintos elementos encontrados y adquiridos en Quito. El pino insigne que se produce en monocultivo en la Araucanía, ha terminado con su territorio natural, quedando un paisaje homogéneo y erosionado. El mismo Pino que he encontrado en Quito como molde de pasteles y que también está reproducido en monocultivos en la zona del Cotopaxi.
El registro en Mitad del Mundo, es una exploración que deviene también de esa búsqueda de la sobrerrepresentación de la imagen y como esta, a partir de un imaginario, establece coordenadas que subjetivizan una territorialidad. La realidad quizás estaría determinada en esta fabricación de identidades e identificaciones, que al mismo tiempo están directamente relacionadas con esa capacidad de generar, la incapacidad de producir e imaginar salidas al consenso imaginario, que establece el poder. El capitalismo Cultural, la industria de imagen del turismo, como en su corriente productiva neoliberal más intensa que se da en Chile, están hermanados por intensidades que se solapan y pliegan según el contexto. Los imaginarios corresponden a pequeños márgenes de representación, pero que al mismo tiempo también podrían abrir discontinuidades que se superponen a este orden.